Hasta hace poco, eran pocos los afortunados que podían disfrutar de un sistema de descalcificación y purificación del agua en sus hogares. Incluso hoy sabemos que esta es una inversión significativa para nuestros hogares, al punto de que cuando una vivienda está en venta, contar con estos equipos se considera un valor agregado que mejora la oferta.
Precaución con la venta directa: precios elevados y falta de servicio técnico
Tradicionalmente, la comercialización de estos equipos se basaba principalmente en la venta directa o puerta fría, donde un comercial hacía una demostración que dejaba claro que el agua de la casa no era tan buena como desearíamos, y ofrecía un paquete milagroso que mejoraría su calidad y, por ende, la calidad de vida de los residentes. Hasta aquí todo bien. Estos comerciales no mienten. El único problema radica en los precios desorbitados que los compradores complacientes se comprometen a pagar generalmente en un plan de financiamiento de hasta ¡60 meses!
Cinco largos años para pagar un electrodoméstico pueden parecer poco en comparación con la duración de nuestras hipotecas, pero el tiempo y los cambios en la comercialización de estos productos han demostrado que no es necesario endeudarse a tan largo plazo para disfrutar de los numerosos beneficios que ofrecen estos aparatos.
Otra razón para evitar comprar durante estas visitas comerciales es que las empresas que se dedican a la venta directa suelen cambiar de productos. Hoy venden equipos de tratamiento de agua, mañana colchones y antes vendieron enciclopedias. Por lo tanto, podemos pensar que el servicio técnico no será su punto fuerte y que tan pronto como el desafortunado comprador haya firmado su compromiso, estas empresas harán poco más que instalar los equipos antes de desaparecer, tal vez para siempre.
Compra en línea: el precio no lo es todo
En el otro extremo del espectro, tenemos los almacenes o sitios web de distribuidores que a menudo se encuentran a gran distancia del domicilio del consumidor. Su oferta es interesante en cuanto al precio, aunque no necesariamente en lo que respecta a la calidad. Pero su punto más débil está en el servicio postventa.
Cuando el consumidor compra en un almacén, un tercero instalará el equipo y el distribuidor ofrecerá la garantía. Si durante el proceso de instalación o dentro del periodo de garantía de dos años se detecta un problema en los equipos, ¿de quién será la responsabilidad? Es fácil prever que el almacén culpará al instalador y el instalador culpará al comercio, y así pueden pasar los días sin que el consumidor resuelva su problema. En todo caso, incluso tendrá que desconectar los equipos a su costo y llevarlos al distribuidor para que, con suerte, este responda por la garantía.
Distribuidor especializado: la virtud en el punto medio
La tercera opción, y sin duda la más conveniente, es contactar a un distribuidor especializado que se encargue de todo. Es importante que sea una empresa con experiencia en el tratamiento del agua. Podríamos pensar que si nuestro fontanero de confianza se ocupa del tema, nos ahorraremos algo de dinero. Esto es un error, ya que los fontaneros solo tocan tangencialmente el tema de la descalcificación y, aunque es muy probable que sepan cómo hacer una instalación, difícilmente conozcan el funcionamiento de los diferentes equipos de ósmosis y descalcificación que existen en el mercado.
Un distribuidor local estará dispuesto a visitar su domicilio para verificar la viabilidad de la instalación y hacer el presupuesto de un trabajo llave en mano, así como a ofrecerle un plan de mantenimiento y plena garantía sobre los equipos instalados. Esta opción ofrece un equilibrio perfecto entre precio, calidad y confiabilidad en el servicio postventa.
Si estás leyendo este blog, tal vez sea porque te interesa adquirir un sistema para mejorar el agua de tu casa. Si te quedan dudas, no olvides que es mejor consultar con un especialista con experiencia en el tema.
