A día de hoy es una realidad que pasamos una gran parte de nuestro tiempo en nuestro entorno laboral, y es muy importante que el agua de la que dispongamos ahí sea de calidad. La hidratación es de lo más básico en lo que a salud se refiere. Si el agua que bebemos no es buena, los efectos se hacen notar. Nos sentimos cansados, con baja energía y nos cuesta mantener la concentración. Además al cuerpo le dificulta realizar todas sus funciones correctamente.

Eso afecta directamente a la eficiencia y productividad en el trabajo, es por ello que tener una fuente de agua de calidad en tu empresa es más relevante de lo que en primera instancia uno pueda pensar. Por otro durante el trabajo tener que dedicar atención, esfuerzo y tiempo a mantener la oficina con agua embotellada puede ser un verdadero quebradero de cabeza. 

En conclusión, mejorar la calidad de vida en el ambiente laboral siempre va a repercutir positivamente en el rendimiento, y si además cuidamos de nuestra salud y la de los demás, todos salimos ganando.

Una fuente de agua requiere un mantenimiento exhaustivo cada 6 meses, máximo cada año. Es necesario realizar un cambio de filtros y hacer una limpieza del depósito y el circuito de agua. También la limpieza de componentes como los grifos o el recoge gotas. También conviene revisar que los componentes y mangueras sigan en buen estado a lo largo del tiempo. 

Lo primero que necesitas es espacio. Hoy en día puedes encontrar modelos para todos los gustos y no suele ser un problema. Para poder instalar una fuente de agua también es imprescindible una toma de agua y un enchufe. Si la fuente es de ósmosis has de tener en cuentas que también necesitarás que el equipo tenga cerca un desagüe. 

En definitiva, la instalación de una fuente de agua es algo muy sencillo y que rara vez requiere de hacer obras para instalarla.

El agua de garrafa ha estado debidamente tratada, sin embargo desde que se embotella empiezan los problemas. El primero es la calidad de los plásticos y la repercusión que tiene en el agua. El plástico de las garrafas es poroso, esto hace que no haya un aislamiento total del exterior. Se han encontrado micro plásticos en el agua, además de que es un material derivado del petróleo, que en contacto con el sol libera sustancias potencialmente cancerígenas. Así que como podrás imaginarte, de nada sirve en realidad el tratamiento que se le ha dado al agua si después los envases son perjudiciales.

El agua de red filtrada nos da la garantía de que ese agua estaba esterilizada antes de entrar a nuestro sistema de purificación y que todas las partículas indeseables se quedan retenidas en los filtros. Los lugares por dónde circula el agua están hechos de materiales que no alteran el estado del agua ni le añaden elementos nocivos para la salud. 

En conclusión, con un correcto mantenimiento, el agua de red filtrada es mejor que la de garrafa sin lugar a dudas. Más saludable y con menos impacto en el medio ambiente.

El proceso de filtrado es el mismo, la diferencia es que en el caso de la ósmosis directa produce el agua para que te la bebas a tiempo real mientras se filtra. La ósmosis indirecta lo que hace es filtrar más despacio el agua purificada, y la va almacenando en un depósito presurizado.

Las directas trabajan con membranas muy grande, de 500 o 600 GPD para lograr una producción que de buen caudal. Las indirectas trabajan con membranas de entre 50 y 70 GPD. 

Para concluir, las ósmosis directas producen el agua más rápido y gastan menos que las ósmosis indirectas. 

Nosotros te recomendamos que lo dejes en manos de un técnico especializado en este tipo de intervenciones, ya que hay muchos factores a tener en cuenta a la vez. Durante el cambio es importante manipular lo componentes de manera que no queden zonas mal conectadas o que pierda agua por algún sitio. También el proceso de limpieza es delicado y se ha de hacer muy bien para evitar que pueda proliferar alguna bacteria en el circuito. 

Metales pesados, como el mercurio, arsénico, plomo, etc. También productos químicos como el cloro, nitratos y sulfatos. Es efectivo también a la hora de eliminar bacterias (E.coli, salmonella), virus y parásitos. También elimina el exceso de sólidos disueltos en el agua. 

Es de las más segura que hay, por el porcentaje tan alto de contaminantes tóxicos que es capaz de eliminar del agua. Pero recuerda hacer los mantenimientos correspondientes para que la calidad de agua se mantenga perfecta.

Todo sistema de ósmosis tiene lo que llamamos un rechazo de agua. Se trata del agua que la membrana desecha en el proceso de purificación. A través de ese agua se deshace de los contaminantes que filtra. Es un gasto de agua necesario, y si el equipo es de calidad no debería desperdiciar una gran cantidad de agua. Las ósmosis más modernas han logrado reducir el rechazo a 0.6 por 1 litro de agua que te vas a beber.